Más del 40% de los hogares alemanes tienen una casa o apartamento en propiedad. La mayoría vive de alquiler; esto supera el promedio de otros países europeos. Sobre todo en ciudades grandes, más de un tercio de los apartamentos está habitado por una sola persona. Se trata, sobre todo, de personas mayores, adultos sin pareja o personas que, por cuestiones laborales, viven solas. En promedio, un hogar alemán se compone de 2,2 personas.
Por un apartamento tienes que pagar mensualmente el alquiler y las cargas adicionales. Estas son calefacción, agua y la tasa de recogida de basura. En los entornos urbanos es común que la gente joven y los estudiantes compartan piso y también sus gastos. En alemán, este modelo de compartir piso se denomina Wohngemeinschaft, abreviado WG. Muchos alemanes tienen animales domésticos de compañía, como gatos y perros.