La hija del hotelero Strobel intenta entusiasmar a Harry con la amplia oferta de ocio y deporte de la Selva Negra. Hay casi 24.000 kilómetros de rutas de senderismo señalizadas, así como atractivas ofertas para ciclistas: excelentes ciclovías, visitas guiadas y hoteles especiales. También se puede encontrar campos de golf, rocódromos y talleres para escalada con cuerdas.

En la Selva Negra también se puede practicar deportes de invierno: esquí, trineo, esquí de fondo, hay rutas para raquetas de nieve e, incluso, salto de esquí. En el Hochfirstschanze, el campo para salto de esquí natural más grande de Alemania, se celebran regularmente competiciones internacionales de saltos de esquí. De la Selva Negra proceden algunos campeones olímpicos de salto de esquí como Dieter Thoma y Martin Schmitt. Un deporte un tanto inusual que se practica en la Selva Negra es el de las carreras de trineos tirados por perros. Anualmente, muchos “mushers” (guías de trineos tirados por perros) de distintos países europeos se reúnen con sus perros huskies en la Selva Negra para participar en el torneo internacional. Pero no hay caso: a pesar de toda la oferta deportiva de la Selva Negra, Harry prefiere leer periódicos en el hotel; no le gustan nada los deportes.