En muchas ciudades alemanas, hoy en día, no es tan fácil encontrar un apartamento donde vivir. Los precios de alquiler o de compra suelen ser muy altos, y, sobre todo para las familias, no hay muchas opciones por un módico precio. Especialmente en grandes ciudades y en ciudades universitarias como Múnich, Hamburgo, Heidelberg o Friburgo, los precios son muy altos y el mercado inmobiliario está desbordado. 

En las regiones rurales, el panorama habitacional se ve mejor, pero no en las zonas aledañas a las grandes ciudades, en el llamado Speckgürtel, los cinturones suburbanos. Hasta que uno no se aleja realmente de la ciudad, los alquileres no son baratos. En muchos pueblos distantes de los grandes centros urbanos, el número de habitantes decrece desde hace algunos años. No obstante, hay gente que se decide por una vida en el campo, donde hay más espacio para los niños y menos estrés. Con todo, muchos, por el trabajo, tienen que viajar a la ciudad todos los días. Si bien disfrutan de la tranquilidad del entorno rural y las relaciones más humanas con su entorno, se quejan de la falta de infraestructura en las poblaciones rurales.