Igual que en otros países, en Alemania hay diferentes tipos de salas de cine. Los grandes multicines tienes más de diez salas con pantallas y sistemas de sonido muy modernos. Suelen mostrar, sobre todo, películas de entretenimiento de Hollywood.
En unos multicines, no puedes escapar del olor a palomitas de maíz y otros aperitivos. Ahí puedes encontrar todo lo que quieras para pasar un día perfecto viendo una película. Sin embargo, hay que tener algo en cuenta: a los alemanes les encanta ver las películas en silencio. Que no se oiga ni una mosca. A quien haga mucho ruido con su paquete de papas fritas o hable con su amigo, le reprenderán con un “shh”.
Si te interesa el cine y quieres estar más relajado, entonces puedes ir a un Programmkino, donde puedes ver cintas menos comerciales y de todo el mundo.
La entrada suele costar entre cinco y diez euros. En los “días del espectador” es más barata.