Harry no para de quejarse de la Selva Negra. Pero si observara más de cerca su entorno, su opinión cambiaría rápidamente. Toda la zona (unos 7500 km²) ha sido declarada parque natural, con reservas naturales y santuarios especialmente designados para proteger plantas y animales raros. El turismo es ahora el factor económico más importante de la región, entre otras cosas, por lo único de su paisaje y las numerosas ofertas de deportes de invierno. Uno de los destinos más populares es Feldberg, la montaña más alta de la Selva Negra de 1.493 metros ((4.900 pies) de altura.

Cabe recordar que la Selva Negra se hizo mundialmente famosa gracias al reloj de cuco. En el frío y nevado invierno de 1735, el granjero Franz Ketterer construyó un reloj especial, del que salía cada hora un pajarito y decía "cucú". Hoy en día, este reloj de cuco tiene adeptos en todo el mundo. Los ejemplares tallados a mano pueden costar varios miles de euros. El más grande del mundo, hecho a mano, se encuentra en la ciudad de Triberg, en la Selva Negra, y figura en el Libro Guinness de los Récords.