Pastillas contra el dolor de cabeza, jarabe para la tos o antibióticos: en Alemania estos productos se compran en las Apotheken (farmacias). Muchos de los medicamentos más fuertes -como los de la hipertensión, la diabetes o los antibióticos- son verschreibungspflichtig. Eso quiere decir que solo se pueden conseguir bajo prescripción médica. Después de examinar al paciente, el médico extiende una Rezept con la que se va a la farmacia. Para comprar el medicamento hay que pagar un suplemento que se llama Zuzahlung. Los refugiados reciben la mayoría de los medicamentos de forma gratuita, y estos los suministran en parte las autoridades competentes.
Los medicamentos para dolencias menores, como un jarabe para la tos o un analgésico, se pueden adquirir sin receta médica. En la farmacia te pueden aconsejar qué medicamentos se pueden comprar sin receta y cómo tomarlos. Estas indicaciones se encuentran también en el prospecto que acompaña al medicamento; en él puedes encontrar con qué frecuencia debes tomarlo y también información acerca de los efectos secundarios y la fecha de caducidad. En caso de que no entiendas algo, consulta a un farmacéutico.