"Los alemanes son muy puntuales; más puntuales que ellos son solo los suizos": esto dice el estereotipo. Curiosamente, la gente que no ha tenido contacto ni con alemanes ni con suizos, es la que reproduce estas generalizaciones.

Con todo, sí que es un hecho que, relativamente, en Alemania la puntualidad se valora. Sobre todo en el mundo laboral, los horarios de las citas son vinculantes.

Cuando se trata de clases, de citas médicas o de la jornada laboral, tienes que ser puntual. Si dejas esperando a tus superiores, a tus colegas o a tus clientes, puedes meterte en problemas. También en lo privado, a menudo, llegar con retraso se percibe como descortés. Si ves que vas a retrasarte, es mejor que avises.